A todos nos gusta comunicarnos e interactuar con otras personas; es más, los seres humanos tenemos esa necesidad. Y la tecnología es una herramienta cada vez más útil, que nos ayuda a sentirnos más cerca de las personas que se encuentran lejos físicamente. Lo que, a simple vista, parecía un capricho, como el primer teléfono móvil, se ha convertido actualmente en un elemento de primera necesidad y, sin duda, echando la vista atrás ahora nos preguntamos: ¿cómo podíamos hacer negocios hace diez años?
Ahora mismo nos encontramos en un punto de inflexión en lo que a la tecnología se refiere. La red, que antes era algo impersonal y un concepto vago, alejado de la vida cotidiana, ha pasado a ser algo físico, palpable, que está al servicio del usuario y que evoluciona según las necesidades reales de las personas. Nos permite desde tratar a enfermos a cientos de kilómetros de distancia hasta cerrar un acuerdo con las tecnologías más avanzadas en telepresencia que muestran a la otra parte de forma totalmente real.
Diversos estudios han demostrado que la comunicación gestual es incluso más importante que la verbal. Con el avance de las tecnologías, que hace años suponían en muchas ocasiones un impedimento, se mejoran de manera exponencial las relaciones humanas, haciendo que la comunicación sea tan fluida que casi supera los límites de la imaginación.
Por otro lado, día a día crecen los conocimientos de la humanidad en todos los campos: desde la economía a la biología o la medicina, lo que hace extremadamente difícil estar al día en el saber humano. Sin embargo, gracias a la tecnología, tenemos toda la información al alcance de la mano: los científicos de cualquier laboratorio están a tan sólo un clic en su teléfono, los c
onocimientos médicos se comparten de forma instantánea, los emprendedores de los países en desarrollo pueden entrar en contacto con las Universidades o empresas más avanzadas, las enciclopedias se actualizan día a día, los podcast o las cadenas de televisión de otros países acercan al usuario toda la información necesaria para su vida diaria… Y todo ello, sin necesidad de hablar del incremento de la productividad de los trabajadores o de los enormes ahorros que puede suponer evitar desplazamientos muchas veces innecesarios.
Ahora mismo, las posibilidades de comunicarse entre amigos, familiares, profesionales son miles: videoconsolas, reproductores de MP3, teléfonos móviles y, más últimamente, y de forma generalizada, desde millones de blogs.
Todos hemos pasado a integrar la Human Network, la Red Humana, donde las formas de interactuar son casi ilimitadas. Jóvenes de todo el mundo han cambiado su forma de estudiar, miles de profesionales tienen nuevos modos de trabajar, la manera de vivir, de experimentar de todo el mundo ha dado un giro de 180 grados. Y en un futuro no muy lejano los jóvenes se habrán elevado a un nivel superior en el campo de la tecnología y el entretenimiento y la línea que separa la forma de trabajar con la del ocio se habrá diluido de forma considerable. Desde cada teléfono móvil compraremos entradas, veremos películas, hablaremos con nuestros amigos que se encuentran a miles de kilómetros de distancia, asistiremos a reuniones en el otro extremo del globo... y todo ello gracias a una red tecnológica que sirve, cada vez con menos dudas, para unir personas.
Ahora mismo nos encontramos en un punto de inflexión en lo que a la tecnología se refiere. La red, que antes era algo impersonal y un concepto vago, alejado de la vida cotidiana, ha pasado a ser algo físico, palpable, que está al servicio del usuario y que evoluciona según las necesidades reales de las personas. Nos permite desde tratar a enfermos a cientos de kilómetros de distancia hasta cerrar un acuerdo con las tecnologías más avanzadas en telepresencia que muestran a la otra parte de forma totalmente real.
Diversos estudios han demostrado que la comunicación gestual es incluso más importante que la verbal. Con el avance de las tecnologías, que hace años suponían en muchas ocasiones un impedimento, se mejoran de manera exponencial las relaciones humanas, haciendo que la comunicación sea tan fluida que casi supera los límites de la imaginación.
Por otro lado, día a día crecen los conocimientos de la humanidad en todos los campos: desde la economía a la biología o la medicina, lo que hace extremadamente difícil estar al día en el saber humano. Sin embargo, gracias a la tecnología, tenemos toda la información al alcance de la mano: los científicos de cualquier laboratorio están a tan sólo un clic en su teléfono, los c

Ahora mismo, las posibilidades de comunicarse entre amigos, familiares, profesionales son miles: videoconsolas, reproductores de MP3, teléfonos móviles y, más últimamente, y de forma generalizada, desde millones de blogs.
Todos hemos pasado a integrar la Human Network, la Red Humana, donde las formas de interactuar son casi ilimitadas. Jóvenes de todo el mundo han cambiado su forma de estudiar, miles de profesionales tienen nuevos modos de trabajar, la manera de vivir, de experimentar de todo el mundo ha dado un giro de 180 grados. Y en un futuro no muy lejano los jóvenes se habrán elevado a un nivel superior en el campo de la tecnología y el entretenimiento y la línea que separa la forma de trabajar con la del ocio se habrá diluido de forma considerable. Desde cada teléfono móvil compraremos entradas, veremos películas, hablaremos con nuestros amigos que se encuentran a miles de kilómetros de distancia, asistiremos a reuniones en el otro extremo del globo... y todo ello gracias a una red tecnológica que sirve, cada vez con menos dudas, para unir personas.
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